lunes, 28 de febrero de 2011

Cibeles y sus leones.

Dice mi padre que "es de bien nacido ser agradecido". Es algo que ha seguido a rajatabla en su vida y quizá sea por eso que su casa está siempre llena de gente.  También dice "qué alegría ver siempre gente en casa", a la que le gusta agasajar con lo que tiene y con la que compartir al final de la velada un poco de coñac (Magno, a ser posible) o un poco de orujo.

Me acordé del primer refrán de mi padre el viernes pasado en Madrid.  Fui con un grupo de alumnos al Museo del Prado, lo que por sí mismo ya tiene suficiente carta de presentación.  Recorrimos varios cuadros de Velázquez que conocía pero que nadie nunca me había explicado tan detalladamente, y que hicieron de la visita algo muy instructivo, enriquecedor y ameno. 

Me voy a parar en uno de ellos, una representación de una singular pareja mitológica, Hipómenes y Atalanta que competían en una carrera cuyo premio era, precisamente, la mano de Atalanta.  Hipómenes, ayudado por la diosa del amor, lanzó unas manzanas de oro que se ven muy bien en el cuadro y que despistan a Atalanta, lo que hace que pierda la carrera y que Hipómenes se case con ella.  Pero concluida la boda, parece que se olvidó de agradecer la astucia de la diosa para conseguir a su enamorada y que Zeus, por esto y porque yacieron impíamente dentro de su recinto sagrado, los convirtió en leones. 
Más tarde, Cibeles, compadecida, los unció a su carro.  Y hoy son esos dos leones los que tiran del carro de la diosa Cibeles, que tanto me gusta contemplar cuando voy a Madrid. Recuerdo la primera vez que vi esa escultura, casi me caigo de la impresión.  La había visto sólo en los libros de texto, Calanda queda muy lejos de Madrid y yo era y soy una chica de pueblo y muy impresionable, parece ser.  Elena, un día conseguiré bajar de Ciudad Real en este país y cuando vea La Giralda o la costa de Cádiz tendrás que sostenerme.  Bailén no sólo es una calle del Monopoly.

Y no quiero ser una "mal nacida" así que dejadme decirle públicamente a Marga, la profe de Historia más bonita del mundo, muchas gracias por haberme dejado ir a Madrid y al Museo del Prado el viernes. Este beso, este agradecimiento y esta sonrisa son para ti.

De libros, si os parece, hablamos mañana.

sábado, 26 de febrero de 2011

De Lima a Buenos Aires.

La novela que vamos a leer este mes, hasta el 23 de marzo, miércoles, es Tan cerca de la vida, del escritor peruano Santiago Roncagliolo. 
Este peruanito nacido en 1975 ha publicado varias novelas y ha obtenido ya a su treinta y seis años varios premios prestigiosos.  Yo no he leído nada de él y no sé qué pasará con esta novela pero lo iremos comentando a medida que vayan pasando las páginas. 

Al que sí he leído, escritor de su generación, es a Andrés Neuman y de él os voy a hablar un poquito para que os entre la curiosidad.  Escritor argentino nacido en 1977 tiene ya numerosos premios muy importantes que os adjunto para no aburriros en el siguiente enlace:
http://www.andresneuman.com/

Como veis ha escrito cuentos, relatos, poesía, ensayo, novela...  Yo he leído una novela que me fascinó, El viajero del siglo y que os recomiendo de manera muy personal para cuando lleguen unas vacaciones y queráis leer algo distinto, nuevo, profundo y genial. 
También leí un librito de este autor titulado Bariloche.  Recuerdo que no podía dejarlo y mi hija Paula me preguntó: "Pero mamá, ¿de qué trata ese libro?".  Y lo que le respondí a ella os contesto a vosotros, "De nada hija, es un señor que trabaja recogiendo basura desde muy pronto en la madrugada.  Regresa a casa después del trabajo, se ducha, come algo, hace puzzles y duerme.  Trabaja, se ducha, come, hace puzzles y duerme...."  Claro que lo más importante que va ocurriendo muuuuuuy lentamente no se/os lo cuento. 

Algo tienen estos escritores más jóvenes, quizás sea cierto eso de que hay personas que nacen tocados con la estrella de la creación, de crear historias para nosotros, que tenemos otra estrella no menos importante, esa que nos ilumina y nos hace lectores.

Ya sabéis que no sólo de la novela mensual podemos hablar en este blog.  En los comentarios he visto muchas opiniones y recomendaciones.  Es genial poder compartir puntos de vista sobre cualquier cosa que nos traiga el día.  Hablar de literatura y de libros es un placer que aumenta si se comparte.

jueves, 24 de febrero de 2011

Una subasta en Christie's

Emily Dickinson dijo: "Publication is the Auction / Of the Mind of Man", o lo que es lo mismo "La Publicación es la Subasta / de la Mente del Hombre".

Pienso que cuando escribes, poco o mucho, sacas verdaderamente a subasta algún pensamiento que hasta ese momento era sólo tuyo.  De la misma manera que cuando lees y cierras los ojos y dices, sí, es cierto, y te paras y vuelves atrás, quizás en las páginas para releerlas, quizás en la vida, un momento, un rato, para revisarla.  Y si tienes suerte lo cuentas y lo reinventas y tu mente queda subastada en una gala sin joyas ni ropa de postín.  Y si tienes suerte alguien convertido en el mejor postor disfrutará de su adquisición inesperada.  Y si tienes suerte, de pronto él se convertirá en el subastado, porque su mente te brindará una nueva obra de arte.

A veces he pensado cómo debe quedarse el escritor cuando le pone el punto y final a su novela.  Si en ella ha dejado su pensamiento, su miedo, su ilusión, su fe, su ironía, su actitud, su alma..., quizás sea cierto que se sienta desnudo, con la sensación de que ha subastado hasta la última de su prenda y con la esperanza de que la disfrutemos como la mejor prenda.  Porque ahora es nuestra.

Os dejo con un poema de Emily Dickinson:

A una casa de rosa no te acerques...

A una casa de rosa no te acerques
demasiado, que estragos de una brisa
o el rocío inundándola -una gota-
abatirán su muro, amedrentado.


Y atar no intentes a la mariposa,
ni escalar setos del arrobamiento.
Hallar descanso en lo inseguro
está en el mismo ser de la alegría.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Celebración de la fantasía.

Hoy es miércoles veintitrés de febrero, una fecha muy importante porque se ha celebrado la sesión mensual del Club de lectura "Juanelo Turriano".  Las reminiscencias que os pueda traer esta fecha quedan olvidadas y caducas pues en la basura debe estar lo que resultaría insultante sólo recordarlo.  No merece la pena.
Sí la merece el comentario de Paul Auster y su Invisible.  Por lo que sé las opiniones han estado muy divididas, por un lado ha gustado mucho y por otro, nada.  Esta polaridad es genial para una discusión amable sobre literatura y novela y me da mucha envidia no haber podido asistir al club.

Pero tengo una gran excusa que tiene un nombre precioso: Violeta.  Mi cachorro tenía uno de sus primeros cumpleaños y no se lo podía perder.  Hay citas ineludibles y las que tienen tanta importancia las aceptas sin más.  Su mejor amiga cumplía cuatro años!! y eso no pasa todos los días.
Intentaba acordarme de algún cuento bonito para hoy, en honor a la literatura y a los niños y de pronto me ha venido a la cabeza un micro-relato de Eduardo Galeano, un escritor uruguayo que conocí gracias a la preciosa Agenda de la solidaridad que puntualmente cada uno de enero me regala mi muy querida amiga Cristina. 

Mirad qué bonito:
Celebración de la fantasía.
"Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.

Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:

-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo

-Y anda bien -le pregunté

-Atrasa un poco -reconoció".

martes, 22 de febrero de 2011

Mario, Jane y Darcy

Tengo un amigo, Mario, que una vez me dijo que si alguna vez escribía alguna cosita se la envíase en PDF o que se esperaría a la película.... Se dedica a eso de la informática, claro, y desde que le solté un día algo de un grupo "electrogénico" (debía decir "electrógeno", creo) con mi absoluta incultura e inutilidad para temas cotidianos, me dedica esta serie de lindezas.
Respecto a la posibilidad de sentarme enfrente de una hoja en blanco, tranquilos, no pasa por mis tentaciones ponerme a escribir, lo mío, francamente, es la lectura. 

Pero comienzo con esta cita irónica de Mario porque anoche estaba viendo una peli y me acordé de esa conversación.  La cinta en cuestión era Sentido y sensibilidad, que ponían en uno de estos canales de cine clásico que tengo por mi tele y que está reponiendo películas oscarizadas con motivo de la semana de entrega de estos premios.  Como sabéis es una adaptación del libro homónimo de Jane Austen que yo no he leído pero como he leído tres de esta autora, a saber, Orgullo y Prejuicio, Mansfield Park y Emma, me picó la curiosidad por ver la película y completar una especie de ciclo. 

El argumento, previsible si has leído a la autora.  Pero como ocurre con sus novelas, pasas un rato agradable, te evades de la realidad y conoces otra sociedad, otra época, otros valores y sonríes alguna que otra vez pues si estás atento Jane Austen puede ser más irónica y mordaz que Mario.  Además, el tema central siempre es el amor, que triunfa, claro, a pesar del decoro, de la vanidad, de los modales, del clasismo, y eso de vez en cuando está muy bien.

Personalmente yo le tengo un cariño singular a Orgullo y prejuicio.  En primer lugar porque fue la primera novela con la que inauguramos hace ya ¿seis años? el Club de lectura y fue una reunión muy especial.  Y en segundo lugar porque es una novela, bajo mi punto de vista, mucho menos plana que las siguientes, porque los personajes tienen muchas más aristas, porque tiene más enjundia y porque allí vivirá para siempre el señor Darcy...  Lo puedo traer de vuelta siempre que quiera, sólo es necesario abrir de nuevo el libro y recibirlo con una sonrisa.  Es más de lo que se puede hacer en muchos casos en la vida real.

lunes, 21 de febrero de 2011

El Capitán Trueno.

Tengo intención de actualizar este blog diariamente, si el día lo permite. Si no es así, al menos siempre que pueda.  Los temas serán siempre (lo intentaré) literarios.

De Invisible me guardo mi valoración hasta después del miércoles, fecha en la que se celebra la reunión mensual del Club de lectura presencial.  Porque mis opiniones son encontradas, es difícil explicar cómo me costó arrancar, lo que me aburrieron las cuarenta primeras páginas, cómo el libro me atraía durante el fin de semana (sería la lluvia) y cómo me parece que sobraba absolutamente toda la última parte.  Esto son apuntes, me explayaré el jueves....

Terminado Invisible y sin ganas de agarrar otra novela,  me dirigí de manera casi frenética a un libro que me estaba esperando desde 2008 en mi estantería y al que me había acercado muchas veces sin éxito.  No porque no me gustase, no le había dado nunca la oportunidad de leer ni una sola línea, sino porque esperaba un momento especial.  Y ha llegado.  Se trata de un ensayo, o una pseudoautobiografía, o una colección de reflexiones sobre aspectos humanos que preocupan o interesan a su autor, unas cuantas peripecias vitales que te hacen sonreír y, a veces, reír a carcajadas...  Un libro difícil de definir titulado Aquella mitad de mi tiempo.  Al mirar atrás.  Y su autor es mi autor favorito, Javier Marías.
Ahora era el momento porque entre Emma (Jane Austen) e Invisible (Paul Auster) releí (o más bien leí) Corazón tan blanco, de este autor, una novela que me cautivó en su momento y que, como le decía a un amigo hace poco, es la novela que a mí me gusta leer.  Su lectura actual no sólo me ha vuelto a sorprender sino que, efectivamente, me ha hecho saber de nuevo por qué es mi novela favorita, tan favorita o tan especial como la trilogía del mismo autor titulada Tu rostro mañana que hace unos años devoré.

Que os recomiendo hoy a Javier Marías y que comienzo con él mi lista de autores o novelas o reflexiones es algo obvio.  Adoro a este autor.  Es (lo siento) mi autor.

Y con un trocito genial de Aquella mitad de mi tiempo me despido por hoy.  Mirad:

"... El Capitán Trueno, con sus inseparables Crispín y Goliath, también nos dio unas cuantas lecciones de ética práctica, aunque muchos de nuestra generación las hayan desaprendido: no se deben dejar pasar las mentiras ni las injusticias ni los abusos ni las opresiones; la amistad debe tenerse en mucho y jamás puede traicionarse; no hay que ensañarse, ni con los malvados, con los cuales cabe ser clemente si se logra derrotarlos; al enemigo hay que ofrecerle salida cuando depone las armas y ya no encierra peligro; y no hay que desesperar, porque siempre habrá una nueva viñeta, salvadora, después de la palabra mágica, "Continuará", promesa de la felicidad venidera".

domingo, 20 de febrero de 2011

Vamos a leer

Hace unos años varias personas creamos un club de lectura con la intención de leer un libro, normalmente una novela, y comentarlo después en una reunión mensual.  Y así lo hacemos desde hace ya seis años.
Es una experiencia verdaderamente emocionante ya que no se trata de una clase de literatura o de mostrar conocimientos acerca de técnica narrativa o caracterización de los personajes o charlas elitistas sobre procedimientos creativos... O no sólo es eso, pues muchas veces un comentario inicial sobre el contexto histórico en el que la novela fue creada, unos apuntes sobre el autor y su vida, una reflexión sobre cómo está construida la novela, facilita o ilustra el punto de partida de lo que vamos a comentar.
En realidad lo que hacemos es hablar sobre la novela, da igual desde qué punto de vista, pues una cosa lleva a la otra, el argumento a una experiencia personal, el autor a una época conocida o desconocida, el procedimiento narrativo a explorar nuevos caminos en nuestras lecturas, y siempre nuestro corazón confesional que hace que hablemos de nosotros mismos a través de las páginas que hemos leído durante el mes, con la certeza y la complicidad de saber que todo el grupo lo estamos haciendo a la vez.

He creado este blog para invitarte a compartir nuestras lecturas, a ti que no puedes asistir presencialmente a la reunión mensual.  Cada mes indicaré el título de la próxima novela y el día en el que nos reunimos.  Durante todo el mes podemos ir colgando los comentarios que nos van surgiendo de nuestra lectura, a medida que la vamos leyendo. 

Me parece muy interesante abrir a todo el mundo  la posibilidad de participar en la lectura común y hacer de la experiencia algo grande, porque no poder asistir al club de lectura no significa que no quieras hacerlo, ya que me lo has dicho.  Invita a la gente que conozcas y ánimala a leer con nosotros.  Seguro que de esta manera el libro que tenemos entre las manos se abre de una manera inmensa y nos enriquecemos  no sólo de la lectura sino de lo que significa para nosotros que en ese momento dejamos de ser todo lo que nos define para ser simplemente lectores.  Un lector es algo muy especial, es una persona que se aísla del mundo durante su tiempo de lectura, un momento privado, silencioso, paralelo e íntimo. 

La próxima novela que vamos a comentar es Invisible de Paul Auster.  Pásalo.