lunes, 19 de noviembre de 2012

BUCLES

Hace ya demasiado tiempo -como de casi todo- participé siendo muy joven, estudiante de Filología Hispánica, en un Congreso sobre Jaime Gil de Biedma, sin saber ni muy bien ni muy mal, sin saber a secas quién era este poeta que tanto fascinaba a mi profesor de Crítica Literaria, Túa Blesa, que me lo presentó en unos poemas que por mi edad y mi innata inclinación a la melancolía, me encandilaron ya, recién cumplidos los veinte años.  Después, la admiración y el entusiasmo por este poeta no han hecho más que crecer y permanecer.
En este Congreso conocí a varios escritores que vinieron a hablar de Gil de Biedma y en mi retina quedó la gracia y el buen humor de Manuel Vázquez Montalbán que nos agasajó con una ponencia hilarante y con mucha guasa sobre una generación de poetas y escritores, en su mayoría catalanes, aferrados habitualmente a un libro y a una botella y a momentos de gran amistad entre cenas, copas y buena conversación.
Es curioso cómo el tiempo difumina tantas cosas, las alejan y muchas caen en el olvido más pernicioso y otras, las más peregrinas a veces, nos vienen a la memoria cuando menos te lo esperas.  

El tiempo es muchas cosas y bien diferentes según quién lo cuente.  Será una definición esencial para Maldonado y fundamental para Ángel Torres.  Será un tópico en literatura y en el discurso de mi madre, "hija, cómo pasa el tiempo..."  Será una canción de Silvio Rodríguez, "el tiempo..., que de pronto son años sin pasar tú por mí, detenida".  Será una digresión de mil páginas en nuestra anterior La montaña mágica. Será lo que nos navega en esta barca en la que nos ha tocado pasar este trocito de río.  Ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, son los únicos argumentos de la obra.  O algo parecido.

La lectura de La montaña mágica y la relectura de Los enamoramientos me dejaron exhausta.  Sobre todo porque la última me llevó a leer de nuevo El coronel Chabert de Balzac y Macbeth de Shakespeare.  Me metí -por iniciativa de las novelas- en un bucle maravilloso donde el tiempo y la muerte acapararon mi pensamiento.  Y me llegaron las preguntas de Eva que espero que vosotros respondáis:

- ¿Nos gustaría que los que se fueron regresaran?
- ¿Hasta dónde se es capaz de llegar por amor?

Perdida en la nostalgia de los que me faltan intenté indagar en mi pequeña biblioteca en busca de algo que me distrajese del abismo en el que había caído.  Y encontré una novelita brevísima de uno de mis escritores fetiches, Enrique Vila-Matas, que había comprado en la Feria del Libro y me había sido dedicada por el escritor, dibujito incluido.  Pensé, bueno me voy a una digresión grata de mi Enrique, seguro que me lo paso bien...  Impostura.  finalista del I Premio Herralde de novela.  Y para mi sorpresa resultó ser una novela tradicional donde "oh Dios mío" un muerto volvía a la vida.  Un desaparecido reaparecía en la vida de dos mujeres que decían ser sus viudas....  No es posible.....  
Para colmo el sábado, destrozada por la excursión del día anterior en Madrid, vegetando en el sofá, apareció en Antena 3, canal que no veo jamás, Los tres mosqueteros, y yo me quedé por si conseguía ver a esa muerta que regresa, Milady de Winter, con su flor de lis en el hombro y que reaparece en Los enamoramientos.

Así que cuando terminé Impostura (absolutamente genial) me dije, se acabó.  Tengo que buscar algo que de antemano destruya el bucle.  Puedo conseguirlo.  Ah claro!!!! Manuel Vázquez Montalban!!!!  Y su detective Carvalho que me lo están haciendo pasar fenomenal.  Una intriga, un crimen, una situación rara de una amiga en Bangkok, una escritura pausada, con entretenimiento, no al estilo de las novelas policíacas donde la acción es lo que cuenta. No.  
Y pasajes realmente cínicos y graciosos que me recuerdan sus palabras en aquel Congreso de mil novecientos noventa y algo. 
Y aquí me quedo, sorprendida de verme sonriendo e incluso riendo y moviendo la cabeza para inquietud de mis hijas que ya me han amenazado con que los Reyes me van a traer solo libros...  

Con la esperanza de haber cortado por lo sano con la persecución voluntaria o ajena de estos títulos que me han acompañado os recomiendo todos ellos.  No puedo hacer otra cosa.  Son novelas magníficas y desde este blog te las ofrezco.

Un besito y ¡felices lecturas!


Cubierta delantera

http://www.enriquevilamatas.com/

http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/vazquez_montalban/home.htm

Por Ferreres



http://javiermariasblog.wordpress.com/2011/05/27/el-coronel-chabert/





domingo, 7 de octubre de 2012

La montaña mágica

Las calaveras están de moda.  Mierda.
Dicen por ahí que ya no soy exclusiva.  Antes me tenía que ir al Crom-Anaconda en Zaragoza a comprarme mis pañuelos de calaveras y las camiseticas y ahora, mira tú por dónde, están en el Pimkie, en el Bershka y en el Zara que mola más que el Mango... Jajajaj, ahora me acuerdo de Dani y Carlos o del Dani y del Carlos...

Tenía que empezar a escribir.  Hace mil días que no venía por aquí y esto de aquí arriba ¿es lo único que se me ocurre??

Cuando eliges una lectura no eres consciente de lo que va a ocurrir.  Esa aventura en la que te sumerges ya no depende de ti desde la primera página.  

Decidí leer La montaña mágica.  Hace ya un mes largo.  Thomas Mann.  La montaña mágica. Hans Castorp.  De pronto, Settembrini es un compañero de viaje y el tiempo algo en qué pensar. ¿Estado o individuo?  ¿Quiénes son los francmasones?  ¿Qué hacer cuando tu cuerpo está enfermo? ¿Un chaise-longue en la terraza a menos siete grados? ¿Una noche de Carnaval para hablar de amor, tan solo una noche?¿Clavdia Chauchat? Una radiografía de Hans Castorp y una radiografía de principios del siglo XX en una de las lecturas más sorprendentes, absorbentes, geniales, ingeniosas, humanas, profundas, personales, sociales, intensas, laxas, digresivas, mágicas.... que he leído jamás.

Joachim Ziemssen espera a Hans Castorp en la estación de Davos para una visita de tres semanas.  Joachim está enfermo de tuberculosis y su primo va a acompañarle unas semanas en un sanatorio en una montaña de los Alpes suizos.  Sí.  Joachim es el  primo de Hans, y a pesar de ser todo lo más lejano para nosotros, un militar que junta los talones para hablar, un muchacho que cree en el honor y la disciplina militar, un joven que se niega el amor por el deber y la guerra, a pesar de todo eso, como decimos, es un personaje al que quieres de verdad y por el que sufres y empatizas desde lo más profundo de tus sentimientos.

Y Clavdia.  Y Naphta.  Y Behrens.  Y Krokowski.  Y Mynheer Peeperkorn.  Y siempre Settembrini.  El amor. La vida.  La enfermedad.  La muerte.  La felicidad.  El tiempo.  Siempre el tiempo.  La nieve.  Las estaciones.  Aquí arriba.  Allá abajo.

Para ser honestos, aún me quedan 60 páginas de las 1000 con las que empecé y con las que mis dedos se entumecen a cada rato (ni por esas me atrevo con un e-book).  Y no quiero terminar.  No puedo.  Me ligué a la motaña mágica. Me trasladé.  Me mudé.

Quizás sea porque el resto (sin contar con la magia de mi familia) es feo y es duro: debéis saber y sabéis, o si no suponéis, que el curso NO ha empezado con normalidad....  Pero mil veces he reivindicado que este es un blog de literatura.  Y la "wert-güenza" de este curso la gritaremos en la calle.  Y la magia de este libro la manifestaremos aquí.

Una lectura mágica, sin duda.  Una lectura inolvidable.  Una experiencia única.  Unas páginas que se trasladan más allá de cuando cierras el libro.  Un estar.  Un ser.  Un pensar.  Un casi todo.  Un casi todo.  Un casi tod... Un casi t......











martes, 5 de junio de 2012

Por eso y por más cosas...

Dice Dani, que para ser de Tecnología dice cosas muy bonitas, que el viernes estuvo en el cielo de Madrid. Y eso pasa porque pertenece de manera virtual (de momento) a este Club de Lectura que nos da tantos momentos de calidad en palabras de mi amiga Marga.
Hoy hemos terminado otro curso, aunque nos queda la comida de despedida, que es siempre un momento muy bonito.

Y este curso, qué os voy a contar, ha estado lleno de sobresaltos desde el principio.  En septiembre yo estaba muy asustada, asombrada, no daba crédito.  Y ahora ya estoy realmente indignada.  En este proceso he abierto los ojos y en mi candidez he comprobado cómo poco a poco la enseñanza pública, nuestra niña mimada, la que nos hace iguales y nos da una oportunidad, ha sido vilipendiada, denostada, arañada, maltratada y tocada en sus cimientos más profundos.  Y aún nos dicen que es el principio.  Que habrá más. Que esto no ha hecho más que empezar.  Y junto a la tristeza están las ganas de plantarse y de decir que no.  Es difícil, pero no por eso mermarán nuestras fuerzas. 

Y mientras transcurrían estos tiempos aciagos hemos seguido leyendo. Hoy Yerma y Bodas de sangre nos han hablado de historias trágicas que te llegan a lo más hondo.  Del amor fracasado, de la maternidad fracasada, del fracaso del ser humano, de unas ansias vitales siempre condenadas en Lorca al fracaso, a la insatisfacción.  Y si no ha sido una reunión dura es porque había cumpleaños y pastel y flores y sonrisas.  Y mucho cariño que se siente como un hilo fino que nos une más allá de las páginas que comentamos.
Y hemos seguido conociendo gente nueva.  Sin lugar a dudas, el mejor regalo del Club de Lectura.   Gracias a todos los que os habéis incorporado este año.  Habéis hecho crecer nuestro Club de Lectura, renovarlo y hacerlo tan grande y tan hermoso...

Mientras llegaban las tragedias de Lorca yo iba leyendo La luz del Guernica, un estupendo libro de Baltasar Magro, por cierto próximo premio Juanelo Turriano el próximo 25 de junio.  Ve buscando esta novela porque la leeremos el próximo curso en el Club.  En ella se relata el proceso de creación de esta pintura inmensa en todos los sentidos.  Picasso recibe el reto de pintar a petición de la República Española un mural para la Exposición Universal de París y el resto (con una mirada muy amable hacia el pintor) lo encontraréis en unas páginas que no puedes dejar de leer.  París, 1937.

Como prometí, leí Diario de invierno, la última novela de Paul Auster.  Genial. 
Y aquí debería acabar con el comentario, pero ya sabéis que soy de enrollarme un poco.  En estas páginas Auster recupera esa prosa sencilla y adictiva (al menos para mí) y con un desdoblamiento que ya ha frecuentado en otras novelas, a través de un "tú", nos cuenta un retazo de una vida a través de sus mudanzas y de su paso por unos días que me han hecho sonreír, llorar, reír a carcajadas, enternecerme, sentir empatía, verme ahí, sí, tal cual, madre mía, a mí también...  En fin, lo siento Ángel Torres, pero sí.  Brindé con un cosmopólitan en unas copas chulísimas que me regaló Mati para estos pequeños homenajes.

No quiero que dejéis pasar un libro que nos trae Elena y Luis Torrecilla: Contra el viento del norte de Daniel Glattauer.  Un diálogo amoroso que no os dejará indiferentes.  También para el próximo curso.

Y sí.  Claro.  Luisa me pilló enfrascada en Aire de Dylan, la última novela de Vila-Matas.  Yo me lo estoy pasando muy bien, pero si te gustan las novelas con un argumento que va más allá de "Cuando anochece, siempre necesitamos a alguien", esta no es tu novela, porque apenas pasa nada más; aunque pasan tantas cosas....  Luisa, eres para nosotros muy especial y para mí, sencillamente, imprescindible.  Te quiero.

Nosotros, que nos gusta leer y que hemos crecido con la lectura compartida en un proyecto que ha alcanzado con creces todas las expectativas que habíamos puesto en él, sabemos de la magia de la lectura
Hay muchas maneras de leer y una de ellas es recordar lo que hemos leído.  Por eso, Marina, no te entristezcas cuando tu padre ya no puede leer en esa casa llena de libros.  Porque él ha leído y ha disfrutado de ese placer reservado para quien sabe qué es tocar el cielo alguna vez mientras estamos por aquí.  Y te tiene a ti para recordar. Solo tu presencia vuelve todo poesía.

Por eso me enternece mi padre en su vuelta sin pausa a la lectura cuando me comenta en primicia  y con toda la pasión de la novedad,  los libros que yo ya me he leído.  

Por eso un beso de Raquel y su sonrisa por ese libro firmado por su poeta favorito y su lectura en una peluquería de música horrible y sillones con pelos cortados de otros seres humanos, arrastra toda la generosidad que a veces anda escondida con las prisas y los desmanes de la vida. 

Por la insaciabilidad de Paula con los mundos mágicos y por la continua y diaria y repetitiva lectura de Ven a buscarme, cuento de Javier Marías, que lee Violeta cada noche de cada día sin excepción (Elena, nunca sabrás cómo le gusta este cuento a tu ahijada, esta niña apunta maneras...)

Por esto y por vosotros, por cada uno de vosotros, merece la pena cada una de las líneas y de los versos que yo leo.

Un beso enorme, de los de verdad, y para acabar con mi retahíla...

¡Felices lecturas!


La tierra estaba seca.
No había ríos ni fuentes.
Y brotó de tus ojos
el agua, toda el agua.

Luis Alberto de Cuenca.


miércoles, 18 de abril de 2012

Pequeños homenajes. Grandes regalos.

Dice Marga que soy muy dada a las celebraciones pequeñas. A los pequeños homenajes.  Y como ella me conoce muy bien, he de decir que  quizás tenga razón.

Cuando terminé El lector de Julio Verne, con una lágrima en el ojo y mucha congoja en el corazón, me preparé un chupito de ron y brindé por la República, por los guerrilleros y por los que no asumieron nunca el Golpe de Estado a unas elecciones democráticas que deberían haber sido respetadas.  Por una posguerra durísima, por un castigo desproporcionado e inverosímil para los perdedores de una guerra interminable, por las mujeres valientes que colgaban, a pesar del miedo y del terror, sus ropas negras en los balcones si caía alguien en el monte, ropas de color morado si celebraban su República.  Brindé por ellos y por la historia en minúscula de toda la gente valiente que nos precedió, a uno y otro lado de cualquier bando.  
Y brindé por el futuro, porque yo sigo pensando que es ahí donde se alojan todavía y siempre las cosas grandes y maravillosas.

Es una novela aparentemente sencilla que contiene grandes páginas.  A mí me ha gustado mucho.  Es una historia de miedo, dice la autora.  Y de aventuras.  Y de lecturas.  Y de amistad, de una gran amistad.  Y de valientes.  Y de mujeres valientes. Y de nuestra Historia.  Yo he llorado en dos ocasiones con este libro porque me ha tocado de manera muy especial.  Y por eso escribo esta página y por esto te lo recomiendo.
Para postre, Almudena Grandes vino a Toledo a presentarnos esta novela y a hablar de la actualidad más política y candente, así que el círculo se completó perfectamente.

Por eso de que tenemos que celebrar el Día del Libro y la gente busca títulos para comprar y regalar,  te hablaré de los dos libros del Club de Lectura para este mes: El viejo y el mar y Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox.  Hemingway y Pío Baroja.  ¿Alguien da más? 
Sobre todo con la segunda, con Baroja, me lo he pasado fenomenal.  Su lectura se me ha pasado demasiado deprisa, no podía evitarla.  No podía evitarla.  Silvestre Paradox va a ser uno de esos personajes que me va a acompañar siempre.  Es cierto que en el libro no pasa mucho, es más bien la crítica a todo lo que acontece en este país a finales del siglo XIX desde una óptica de un hombre de poca acción, muy barojiano, pero a mí estas novelas me encantan. La novela la terminé, claro, con un chato de vino tinto en honor a los últimos bohemios que circulan por estas páginas, eso sí, en una copa grande y fina, que una tiene sus debilidades de burguesa... !Ay Marga, pues fíjate que vas a tener razón!
Tenemos la sesión del Club de Lectura el próximo martes 24 de abril y ya tengo muchas ganas de que llegue, a ver si el señor Paradox os ha acompañado tanto como a mí.

Ahora.  Ahora he comenzado Diario de invierno de Paul Auster.  Alguien me ha dicho hoy que era muy interiorizado, y a mí me está gustando mucho.  Afortunadamente, porque los dos anteriores de este señor me dejaron un poco indiferente por ser, acaso, condescendiente.  Y sí,  ahora mismo voy a retomar su lectura con una copa (fina y grande) de vino blanco (y caro).  El señor Auster, tan de Nueva York, estoy segura de que brindaría conmigo.  Si termina gustándome tanto como creo, prometo acabar la última línea con un cosmopolitan... en honor a Auster y, mucho más, en honor a Marga.

Tengo más lecturas en el tintero, este tiempo ha sido fructífero, pero esperarán para celebrar el próximo lunes el Día del Libro.  

Mientras tanto, ya sabéis.  Un beso y felices lecturas.







sábado, 10 de marzo de 2012

Las partículas elementales.

Acabo de terminar una copa de vino de un Somontano un poco caro, un cigarrillo y la novela que me hace sentarme aquí, un sábado por la noche, una noche que guardará para siempre el gusto del buen vino, del tabaco y de esta lectura embriagadora.

No creo que pueda escribir mucho acerca de ella.  Es lo que ocurre cuando la sensación es tan compleja, tan mezclada en el paladar con el vino y tan todavía en la nariz con el cigarrillo recién aplastado, que ninguna palabra sería capaz de expresar, de momento, una idea clara de lo que esta novela nos ofrece, de lo que esta novela me ha dado.

Estoy emocionada. Me envuelven mil sentimientos al haber cerrado la última página y haberme despedido de estos dos hermanos, Bruno y Michel, que me han acompañado esta última semana, tan rara. 

Dice Vila-Matas que cuando una novela es genial, no se consigue contar de qué trata. No sé si será verdad.  Yo, por si acaso, no pienso hacerlo, no vaya a ser que mi escritor catalán favorito se enfade conmigo y no venga a verme.  Sólo os diré que en ella encontraréis una realidad contada sin miedo, de personas que viven al lado de la vida, dos antihéroes novelescos en toda regla, dos hermanos que te llevan de la mano por el borde de la vida, tan distintos, tan iguales, y que te deja con el regusto de una tristeza -literaria- que todos intuimos que existe porque en algún momento decidimos por dónde transitamos la vida.

Todos los sentimientos están en esta novela. Todos los que nos definen, los que mostramos porque consensuamos que son del agrado de todos y los que escondemos y maquillamos y tapamos porque nos han dicho que son lo peor de nosotros mismos.  No hay ni un hueco para la cobardía. Y todos para el hombre.

Un beso.  Yo voy a hacer aprecio a este vino tan caro y quizás encienda otro cigarrillo.  

Michel Houellebecq.  Las partículas elementales.

viernes, 24 de febrero de 2012

Ay! El día de mañana....

Ya tengo un par de cuentas de correo, mi Facebook que me acerca a mis lejanos amigos, tengo WhatsApp y "tarifa de datos" en mi móvil, leo el correo mientras Violeta juega con su cubo y pala en el parque, un iPad que es una maravilla de la tecnología (me encanta) y justo, lo  que más me llama la atención esta semana es un triste marcapáginas de cartón.  Del de toda la vida.

Mis padres vinieron a vernos y a cuidar de mi florecilla que estaba malita...  Y justo en esa semana yo había empezado una novela que me regaló otra flor que llena de un perfume intenso mi vida: Margarita.  La novela: El día de mañana.  Ignacio Martínez de Pisón.  Seix Barral.
Mi marcapáginas estaba situado en la novela recién estrenada, digamos la página 46 y el libro, como siempre, en algún lugar del salón.

A la vuelta del trabajo, otro marcapáginas enriquecía la novela, un poco más alejado del mío, digamos en la página 58....  Mi padre, en la larga mañana había agarrado mi novela, fiándose de mi elección, y la había comenzado.  Y por lo visto, ya me había superado.  "¿Qué tal, papá?, ¿te gusta?"... "Sí, bueno.  Acabo de empezar".
Al día siguiente yo no había leído nada más, seguía en mi 46 pero al regreso del trabajo su marcapáginas naranja (uno del concurso que hacemos en el Juanelo cada año) estaba por la, digamos, 198...  Y así sucesivamente.  
Mientras mi marcapáginas blanco se aletargó con las visitas (luego vino mi hermano....) y con las salidas y el sol y las cañas y el carnaval, en la página 46, mi padre un buen día terminó en sus muchas horas de mañana y de no sueño, mi-su-nuestra novela....  "Bueno, ¿qué tal papá?" "No está mal".  Realmente mi padre es mucho más exigente que yo. Será verdad eso que dice Yolanda,  yo me entusiasmo enseguida....  :-)))

Una historia contada desde dentro por un personaje en constante degradación personal, en la Barcelona de los años 60 y 70, en un momento histórico y personal muy interesante para mí y desde un punto de vista innovador y múltiple que hace que esta lectura sea distinta, entretenida, rica, amena y a veces incluso fascinante.  

Y además una lectura empática porque cada página que pasaba sabía que la había acabado de pasar mi padre, y quería saber qué había leído, intuir qué había sentido (esos años tan importantes de su juventud), qué habría reconocido y qué negado....  Una lectura doble.  O quizás única, no sé.

Sí sé que la recomiendo.  Y le mando un abrazo a Carme Román.  Y un beso a mi padre.  Y otro a mi madre por cuidar tan bien de mi hijita.  Y otro muy especial a mi hermano que vino a visitarme y a alegrar unos días un poco difíciles.  Y a mi sobrina que es la niña más rica del mundo.  Y a su madre, que no se enfade.  Y a Marga que me regaló esta novela y tantas sonrisas.  Y a todos los que leéis esto y estáis pensando que soy una de esas cansinas que agradecen los premios Goya... (sonrisa) pero con vaqueros y sin maquillar.

En fin, que si quieres te la presto:




miércoles, 1 de febrero de 2012

LA CARA "B" DE LA VIDA

Prestad atención a esta cita: "Ya estamos en la cara B de la vida, tenemos que espabilar.  O yo al menos, porque ha pasado la cara A y no tengo ningún gran éxito."   Es absolutamente genial.

No es mía.  Es de Dani, nuestro nuevo fichaje del insti y nuevo miembro impresente del Club de Lectura.  Lo mejor de su no presencia es su sonrisa cuando le recuerdo cada lunes final de mes que "nos vemos mañana en el Club de Lectura".    Al final lo conseguiré, es lo que tenemos los maños: una insistencia infinita e inquebrantable.

Pero volvamos a la frase.  Quizás no tengamos ningún "Gran Éxito" pero eso me alegra porque definitivamente mantengo mi idea profunda de que "todo lo mejor está por llegar". Y las grandes canciones siempre están en la cara B.  No interesa ese hit que todo el mundo conoce y que todo el mundo canta y luego de la misma manera, perece y se olvida.  Interesa esa canción intensa que quema y se queda.  Y pasado el tiempo se homenajea.  Y quizás versiona. Y permanece como ese amor que, verdadero, perdura.  A pesar de todo.

O como esa novela.  Que se edita y se edita y reedita.  Que alcanza su grandeza en la siguiente lectura, siempre la misma y siempre diferente.  Una novela que una vez leímos, hace ya tanto, quizás en la cara A de la vida.  Y que siempre regalamos.  O prestamos.  O siempre perdemos.  Ese descubrimiento que me llevo a ese autor.  Esa historia.  Ese personaje.  Mi personaje.  Mi novela. Mi poema.  Mi verso.  Mi autor.

Y si no ha llegado, es que felizmente nos está esperando en la cara B.  ¡Qué ilusión!  ¡Qué maravilla es saber que todos los grandes éxitos están por llegar! 

Voy a terminar esta pequeña entrada, que parece más bien una reflexión, con el microrrelato ganador de nuestro compañero Jorge, presencial clubero y amigo de los jueves.  Dani, el autor de la frase que ha generado esta entrada, es fichaje de Tecnología.  Y Jorge escribió una inquinita dedicada a este Departamento:


"Cuando el malogrado agente secreto cortó el cable rojo en vez del azul, se acordó de aquel interino de tecnología despedido tras los recortes."

Jorge Martín.


Entre relatos, versos, canciones y versiones os dejo.  Dani, no me digas que no pasan cosas chulísimas estando en esta cara B.  A mí me lo parece.  Y si no, mira esta sonrisa.

Y esta versión.  Por ejemplo.  Podría poner cualquiera...

viernes, 20 de enero de 2012

Triángulos y Literatura.

Existen triángulos muy productivos que generan felicidad.  Un ejemplo: Marga regala El mapa y el territorio a Elena que a su vez me lo pasa.  Esta lectura tricompartida ha sido una de las mejores experiencias lectoras de este último tiempo.  Gracias Marga y gracias Elena, no solo por el libro, claro.

Otro triángulo reciente ha sido elegir a un personaje literario que hubiéramos querido ser: los amigos, Internet y mi sonrisa.  Por eso quiero compartir este ir y venir de correos y de entradas en Facebook, vaya con el vértice que supone Internet!

El primer sueño llegó de manos del pequeño Rodrigo que eligió ser Geronimo Stilton para vivir todas sus aventuras y aunque su mami, Mati, se lo esté pensando le adjudico, sin dudar, las gestas de Elizabeth Swann! a bordo de La perla negra y desafiando las adversidades.
Por no cambiar de familia os diré que mi Elena sin pensar se quedó con Alicia y yo la veo a diario perseguir con afán al conejo blanco de su inquietud por todo, tan contagiosa y tan maravillosa como el país de Alicia-Elena.  ¿Y qué me decís de Mario? Una carcajada en el silencio de mi habitación: querría haber sido El lobo feroz.... Pobre Caperucita, esta vez le ha tocado un lobo punky!!!! 

Curioso es que dos profes de Matemáticas, Luis y Ángel hayan elegido a Florentino Ariza, protagonista de El amor en los tiempos del cólera.  Una bonita historia de amor renovada en el Club de Lectura Juanelo y envuelta ahora en integrales y derivadas.

Por Facebook hablan mis amigos de Zaragoza.  Pepe se queda con El Buscón, que le va al pelo y David elige Drácula.  Ambos amigos y ambos nocturnos se confunden en la noche zaragozana y hay que tener cuidado con su picaresca y con sus colmillos!  Mi primo Miguel elige a Casanova! Miguel cariño, ven a enamorar a alguna toledana, te echamos de menos.  Y, claro, mi Pater favorito, Antonio María nos envía a Hamlet mientras gesta su venganza y a mí me envuelven las calaveras.

Mi muy querido profesor Luis nos trae a Pinocho, por eso de que siendo de madera se sufre menos.  Y sin salir de los cuentos mi imaginación traslada a Pocahontas en el sueño de mi amiga Cristina, en la versión más romántica de heroína azteca.  

Rodión Románovich Raskólnikov es el protagonista de Crimen y Castigo, nada más y nada menos, y este papel va directamente a nuestro juglar más ilustre, Crispín d'Olot.  En este mundo de personajes que te atrapan cómo no destacar a Edmon Dantes, El Conde de Montecristo, anhelado por mi compañero Jorge que cuece lentas sus venganzas en su Salamanca natal...  

De personajes clásicos os diré que a nuestro Javier e-learning le hubiese encantado ser Marco Polo y viajar por todo el mundo acompañado de Lisístrata en el sueño de Eva y de Antígona que Raquel ha agarrado con fuerza.  Vaya triángulo! por otro lado.... La historia moderna hubiese sido distinta de haberse dado el caso.

De Alemania y de la calle Dinamarca Sonja nos trae a Pipi Calzaslargas y se lo agradezco muchísimo porque me traslada al comedor de mis abuelos, enfrente de su primera tele en color viendo con mis hermanos esta serie que nos hizo por fin ser niños malos....

Robert Langdon, el personaje más célebre de Dan Brown se lo pide José Luis que se siente capaz de resolver todos los misterios del infinito, de publicar cosas chulísimas sobre Bioética pero es incapaz de reconocer que el Barça es el mejor equipo del mundo.  José Luis, he vuelto a ganar la porra, vosotros veréis...

Orgullo y Prejuicio fue la primera novela del Club de Lectura.  Nos enamoró y nos inició en una aventura maravillosa y nos trajo en la realidad no literaria o quizás semiliteraria a un personaje que ha aparecido muchas veces en el blog, Darcy y-o Junifrén, que no es lo mismo pero es igual.  Y de esas páginas Amparo rescata a Elizabeth Bennet.  Querida Amparo, qué gran personaje aunque fíjate que creía que ibas a elegir a Adela... Lo dejo ahí.  (Un besito a tu planta).
Continuando con esta novela, si yo fuese chico me hubiese elegido a Darcy (me encanta!), pero es que resulta que una de mis primeras lecturas me trajo a Jo March en Mujercitas y me impactó de tal manera que hoy la rescato y la comparto con vosotros.  Yo, en Calanda, quería ser hace ya demasiado tiempo, Jo March!

Y así, sin que se me mueva un pelo, identifico a mi Marga con Inés y su alegría.  Fuerte, generosa, honesta, luchadora y comprometida.  Yo me iría contigo a Toulousse bonita, o donde tú me dijeras.  

En fin.  
Un bonito recorrido por los personajes de la literatura ¿no os parece?  Muchísimas gracias por participar en este "juego" que me ha traído momentos inolvidables de lectura ahora sazonados y enriquecidos con los ingredientes más valiosos que yo tengo en mi cocina: vosotros.  

Mi familia, la literatura y vosotros.  Mi  triángulo hermoso.  Sin ninguna duda.